Storefront
LAGENDI 2026 ⚘.⋆˚࿔ Donde el mundo se escribe desde adentroENVÍOS A TODO EL PAÍS📦 Se terminan y se terminan, no cuelgues!LAGENDI 2026 ⚘.⋆˚࿔ Donde el mundo se escribe desde adentroENVÍOS A TODO EL PAÍS📦 Se terminan y se terminan, no cuelgues!LAGENDI 2026 ⚘.⋆˚࿔ Donde el mundo se escribe desde adentroENVÍOS A TODO EL PAÍS📦 Se terminan y se terminan, no cuelgues!LAGENDI 2026 ⚘.⋆˚࿔ Donde el mundo se escribe desde adentroENVÍOS A TODO EL PAÍS📦 Se terminan y se terminan, no cuelgues!

Lagendi hace tiempo dejó de ser un diario o una agenda para este plano terrenal. En 2026 ya no se presenta como objeto: se vuelve territorio vivo. Un ecosistema emocional en movimiento, donde las personas habitan, descubren, recuerdan, crean y se transforman.

Un invernadero interior donde cada página es tierra fértil, semilla, proceso y transformación. Es un espacio íntimo, delicado y poderoso,  para volver a vos, observarte y diseñar tu manera de estar en el mundo.

Moderna, vintage y con mucho corazón en su creación, Lagendi combina la sensibilidad poética con el diseño material y botánico. Es una EXPERIENCIA que se habita a lo largo del año. Se toca, se piensa, se siente. Y a veces, simplemente se contempla.

 

Cómo nació Lagendi

Desde 2022, Lagendi acompaña a mujeres que quieren volver a habitarse desde un lugar más honesto: escucharse, leerse y verse de verdad.

Entre tanto WhatsApp, tanta velocidad, tanta pantalla… escribir a mano quedó como algo viejo. Y sin embargo, cuando lo volvés a probar… te das cuenta de lo bien que hace. (Hay que ponerlo de moda otra vez)

Cuando escribimos, se activa la corteza prefrontal (la parte que analiza, ordena, profundiza) y baja la actividad de la amígdala (la que dispara miedo, ansiedad y estrés). Por eso cuando le ponés nombre a lo que sentís, el ruido interno baja. La tinta, el papel y la pausa siguen siendo el único lugar donde podemos encontrarnos sin filtro.

Lagendiar no tiene que ser perfecto ni romántico. Es respirar antes de arrancar, agradecer para cambiar el foco, afirmarte para sostener tu confianza, poner objetivos claros y aprender de lo que te pasa.

La constancia cuesta, sí. Yo también la perdí mil veces. Pero cuando empezás a florecer… ahí ya no hay vuelta atrás.”

Banner
Banner
Banner